Cada año llueven en Ibiza unos 192.000 millones de litros de agua (192.764 millones, para ser exactos), a razón de 337 litros por cada uno de los 572 millones de metros cuadrados que tiene la isla. Teniendo en cuenta que el consumo anual de los habitantes (y visitantes) de Ibiza asciende a 18.700 millones de litros, eso significa que el cielo nos regala cada año diez veces más agua de la que necesitamos. Si al consumo urbano (68% del total) añadimos el agrícola y el industrial, el consumo total ronda los 27.000 millones de litros, esto es 27 hm3.
Por supuesto, esta ‘cuenta de la vieja’ pasa por alto que buena parte de las precipitaciones acaban en el mar o se filtran a la tierra, bien engrosando los acuíferos, bien evaporándose (hasta un 80% de las precipitaciones) y saciando la ‘sed’ de las plantas. Pero imaginemos que esto no fuera así: ¿podríamos aprovechar cada gota de agua que cae sobre las Pitiusas y así evitar (o mitigar) el constante estrés hídrico al que está sometido el archipiélago?
Así lo cree el ingeniero y paisajista Stefan Meier, quien lleva años diseñando y construyendo “proyectos holísticos” de gestión del agua en Ibiza a través de su empresa, Naturaleza y Arte, y The Biopool: «Tengo proyectos holísticos de gestión del agua, que empieza con la captación de aguas fluviales. Tengo un cliente que está construyendo vilas de lujo en terrenos grandes, donde se puede captar mucha agua fluvial y mi objetivo es que todo el consumo de la vivienda provenga de la lluvia». La lluvia queda almacenada en depósitos en el techo (obligatorios por ley en nuevas construcciones) o aljibes subterráneos, una solución ancestral que Meier está luchando para que sea 100% legal: «Es una tecnología que ya utilizaban los fenicios y los árabes, y que permite recoger y almacenar una gran cantidad de agua», explica. El objetivo es «que ni una sola gota de agua dulce acabe en el mar», coherente con la filosofía de la Alianza por el Agua.
Alianza por el Agua
La Alianza por el Agua de Ibiza y Formentera se constituyó con los principales actores de la sociedad civil de las Pitiusas. Desde entonces, su voz es el ‘Pepito Grillo’ de este valioso recurso, imprescindible para la vida. Los pasados meses de marzo y abril trajeron copiosas e inesperadas lluvias a Ibiza, que logró salir de la situación de prealerta por sequía en la que llevaba sumida desde el pasado otoño.
Inés Roig, técnica de la Alianza por el Agua, celebró esta situación en una entrevista con la Cadena SER el pasado 22 de marzo, coincidiendo con el Día Mundial del Agua: «Las reservas hídricas de Ibiza están por fin en situación de normalidad. La temporada de verano siempre es comprometida a nivel de recursos hídricos. Aunque estemos en esta situación necesitamos recordar que el agua no es un recurso infinito, es muy probable que la sequía siga año tras año. Es importante que cuidemos gota a gota para ser una sociedad más resiliente».
¿Qué significa el estado de prealerta respecto al agua? «Ibiza está en estado de prealerta constante. Eso significa que nuestros acuíferos están por debajo del 50% durante más de tres meses consecutivos», explicó Mónica Madrid, concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santa Eulalia, durante la jornada ‘Turismo y Medio Ambiente: en busca de la compatibilidad’, celebrado ayer, 2 de junio, en la citada localidad ibicenca.
El agua, como no podía ser de otra manera, estuvo muy presente durante el debate, porque la temporada turística tiene un enorme impacto en el consumo de agua dulce en Ibiza y Formentera: El turismo consume uno de cada cuatro litros de agua en las islas. No obstante, este mismo turismo es el que aporta riqueza a la isla y le permite financiar infraestructuras como las desaladoras, que aportan un caudal imprescindible para la isla. Las tres desaladoras en funcionamiento en la isla (Ibiza, San Antonio y Santa Eulalia) producen el 45% del agua que se consume en Ibiza.
«Las desaladoras son un buen paso», opina Stefan Meier, «pero tienen varios puntos negativos: por un lado, el concentra dosalino que tiene que volver al mar. Además, consumen una gran cantidad de energía (unos 8Gw en el caso de Ibiza) y esta energía no es renovable». ¿La solución? «La reutilización del agua hasta dos y tres veces», según Meier.
Enlaces:
–Alianza por el Agua Ibiza y Formentera
–El turismo consume uno de cada cuatro litros de agua en las islas, Nou Diari, 1 de junio de 2022
–Red de infraestructuras de abastecimiento y desalación, Gobierno Balear.
–Informe hidrogeológico de Ibiza y Formentera, IGME [.pdf]